Antes de cualquier tratamiento facial, es imprescindible que la piel esté preparada, higienizada y dispuesta a recibir las maravillosas propiedades de nuestros productos faciales. Mediante este tratamiento purificador, preparamos la piel con sumo cuidado para que se abra a recibir el tratamiento escogido.
Permitimos escoger entre varios tipos de exfoliación (más o menos suave), así como si se desea o no la extracción de comedones, que en todo caso, se hará con suma delicadeza.
Recomendamos, como norma, realizar un tratamiento purificador cuatro veces al año, cada cambio de estación, para mantener la piel limpia, purificada y radiante a lo largo de los años.
Antes de cualquier tratamiento facial, es imprescindible que la piel esté preparada, higienizada y dispuesta a recibir las maravillosas propiedades de nuestros productos faciales. Mediante este tratamiento purificador, preparamos la piel con sumo cuidado para que se abra a recibir el tratamiento escogido.
Permitimos escoger entre varios tipos de exfoliación (más o menos suave), así como si se desea o no la extracción de comedones, que en todo caso, se hará con suma delicadeza.
Recomendamos, como norma, realizar un tratamiento purificador cuatro veces al año, cada cambio de estación, para mantener la piel limpia, purificada y radiante a lo largo de los años.